domingo, 28 de noviembre de 2010

SILVIA

Era cálida y frágil, su rugosa piel gris se notaba al acariciarla, sus pequeños ojos aún casi cerrados dejaban adivinar unas formas rasgadas, su olor a vida inundaba toda la sala y yo allí sin saber como cogerla, sin saber como mecerla;pero con una gran sensación de que sabría hacerlo todo, y ahora que va pasado el tiempo tengo más temores e ilusiones que antes,pero aquí estoy, aprendiendo de todos los momentos que me brinda la gratificante experiencia de ser madre.

1 comentario: